Películas que me hacen llorar

Un día estábamos viendo El rey león en una sala repleta de niños cuando empezaste a llorar; es normal, todo mundo llora en la escena del papá. En La vida es bella me ocurre lo mismo, todos lloran con las escenas padre-hijo mientras yo los miro con cara de curiosidad. Muchas veces me han preguntado si no siento nada y pues… no. No me malinterpreten, no es que no me parezca terrible la traición entre hermanos o que temas el exterminio sistemático de las minorías no me toquen el corazón, lo que pasa es que no me identifico con los personajes en cuestión.

Mi padre es un tema complicado. A veces me parece una extremidad fantasma, en ocasiones la siento y me da comezón y en otras parece que trata de sujetarse a algo pero lo único que consigue es atrapar el aire. Mi padre es una casa vacía, una visita forzada, una mirada borrosa. La mitad de mi padre es un recuerdo y la otra es la pura ausencia. Mi padre es una cajita de cerillos sin cabeza y una montaña de quesadillas calientitas en un plato viejo de Tupperware. Mi padre es el 50% de mi herencia genética, es el estudio científico que dice que las hembras de padres con múltiples parejas jamás van a poder ser emocionalmente estables.

Un día estaba en la playa junto a mi madre, yo quería aprender a surfear y no había nadie que me enseñara. A la lejanía pude ver a una niña de mi edad montada en una ola y al descender de ella su padre la estaba esperando allí a la orilla del mar. Hace poco un tío me dijo a guiños y entre líneas que mi padre ya se había hecho de otra hija, a veces los imagino montando olas y riendo mientras caen para ser devorados por la inmensidad.

Un día estábamos en la cama cuando empecé a llorar, no sé quién llore cuando Michael Fassbender en Steve Jobs después de su enésima pelea le dice a su hija que si se queda hará que su música quepa en algo más pequeño que su Walkman o en esa de INTERSTELLAR donde la hija le muestra a su padre el reloj y le dice “pero yo sabía quien era”. Mientras lloraba me mirabas con curiosidad. Muchas veces me han preguntado si no siento nada y pues… es complicado.