El poder de conversar
Hablar verdaderamente con alguien es abrazarlo, y en cuanto cruzamos las primeras palabras tuve la sensación de que habíamos empezado a hacer el amor.
Paul Auster.
¿De qué hablamos cuando hablamos?
Hablamos de nuestro fin de semana, de zapatos, de libros, de proyectos, de la cosas que nos mueven, de chamba, de qué ver en el cine, de nuestras relaciones, de restaurantes, de la familia, de arte, de tonterías, de nuestras emociones o de alguna canción que nos gusta.
Entendí el poder de la conversación primero gracias al teatro, y no me refiero al teatro de mainstream sino al teatro independiente y no subvencionado por el Estado, me refiero al que vive y se sostiene de los ciudadanos que pagan su boleto, de las compañías que pagan una renta y de civiles que están a su cargo. En este teatro que no tiene los grandes presupuestos de difusión pero sí contenidos que estremecen.
Gracias este tipo de teatro entendí el «boca en boca». Vas al teatro, te conmueves y compartes tu experiencia en una cena con amigos, algo se siembra en los otros y van. En ese momento no entendía exactamente lo que sucedía, la única constante era un contenido que hace sentir «algo», una producción cuidada y verdad escénica que en conjunto daban por resultado la recomendación. ¿Suena lógico no? Finalmente se trataba de una experiencia única y destacable en relación al promedio de la oferta.
El fenómeno de la recomendación me cautivó, pero no terminaba por entenderlo. Al mismo tiempo que me alejaba del teatro me adentraba en el mundo del Social Media, precisamente a través de una recomendación llegó a mis manos el libro «El consumidor es el medio» de Fernando Anzures, en general es un texto sobre la conversación, la voz del ser humano como medio y uno de los datos que más llamaron mi atención es que la recomendación activa áreas del cerebro humano que no se activan al ver un comercial o publicidad.
Sí, que padre el Twitter, el Face, Whats, Periscope, Instagram, Snapchat y todas las que vengan; podrán morir y crear nuevas redes sociales pero nunca su objetivo, potencializar la conversación. Las marcas deben ser lo suficientemente inteligentes y creativas para conversar con sus clientes. Empezando por ser honestas y cumplir su promesa de valor, es a través de las redes sociales que hay una prueba de experiencia y la recomendación o la crítica es casi instantánea.
Las plataformas sociales son ecosistemas para potencializar el “Yo social”, exprésarnos, comunicarnos y relacionarnos de forma mucho más fácil que de forma offline. Es a través de los medios online que cualquiera puede transmitir ideas y pensamientos con un mayor alcance dentro del tejido social. De ahí radica la democratización de los medios.
Vivimos en una era donde la credibilidad es un valor, la reputación es lo más difícil de construir, una experiencia puede ser ampliamente cuestionada y comparada. Las instituciones o figuras de autoridad que en los cincuentas eran incuestionables hoy apenas se sostienen de un hilo.
Somos un nuevo tipo de consumidor mucho más exigente y participativo, demandantes no sólo con los contenidos sino con todos los procesos para consumir una experiencia, no queremos solamente recibir sino interactuar, crear diálogo y ahí el boom de la comunicación de doble vía.
El marketing atraviesa por una transición y lo que antes funcionaba hoy resulta irrelevante. Si entendemos bien este universo se puede crear un marketing de la recomendación o el boca en boca de las experiencias y tener la capacidad de influir en las decisiones de los demás a través de la recomendación.
PUNTOS IMPORTANTES DE » EL CONSUMIDOR ES EL MEDIO»:
El boca en boca se genera de forma orgánica, natural y espontánea, para poder estimularla se tiene que alimentar el sentido de pertenencia de la comunidad con la experiencia y cuidar ese círculo social.
Hay que evitar mensajes que confunden, alejan o privan a las personas de conocimiento y transmitir en las estrategias de comunicación honestidad, cercanía y simpleza.
Ser directos centrarse en una comunicación uno a uno, pero sin dejar de construir una comunidad, producir un movimiento.
Personalización de las experiencias, que la vivencia sea cuidada, que el espectador sienta que vivió algo extraordinario, bien hecho, que estuvo atendido y consentido. Solo así estará dispuesto a compartirlo.
Influenciadores somos todos, en un mundo con poca atención y credibilidad, la recomendación es necesaria.
Crear amantes de la experiencia, crear comunidad, estimular la conversación y empoderarlos para que den sus puntos de vista.
Entender las brechas generacionales y sus diferencias para entender los tipos de audiencia y sus comportamientos.
No mentir y ser honesto. Cumplir la promesa de valor.
Nadie va a hablar bien de algo que lo engaña.
Hacer la experiencia simple, conversamos de las cosas que entendemos.
Mensajes claros con propuestas de valor evidentes y diferenciadores reales.
Las redes sociales son las plataformas perfectas para crear conversación, y los medios tradicionales de comunicación se vuelven medios de interrupción y no de dialogo.
Se estima que sólo es necesario un 10% de la población para influir al 90% restante.
El 91% de las personas se sienten inclinadas a realizar una compra a través de la recomendación.
El 35% que conocieron una marca o un producto a través de la recomendación terminan ejerciendo compras reales.
90 veces a la semana mencionamos marcas específicas en nuestras conversaciones con amigos, familiares y compañeros de trabajo.
83% de los consumidores online están interesados en compartir su información sobre sus compras con personas conocidas.
Tw: Michelle Hallatt
Instagram: Miss_hallatt