Nassim the play y la importancia de las palabras
Si algo no sé decir es «adiós», quizá porque me considero una persona que se le dificulta habituarse a los cambios bruscos. Por eso, cada que alguien iba a partir lejos, evitaba la despedida enviando cartas o escribiendo correos como una forma de alargar las manos para nunca soltarme. También por ello decidí dedicarme a escribir poesía. Decir «adiós» es muy duro. Los lazos, las cosas vividas, el cariño vuelto memoria… Quizá, cuando me toque partir será el día en que por fin aprenda a pronunciar esa palabra.
Hago esta pequeña entrada a modo de explicar lo que Nassim the play me hizo reflexionar: la importancia de llevarse consigo la memoria, sin importar la lengua que uno hable, porque allá afuera hay personas que de algún modo podrán entendernos; y ya sea México, Irán, o cualquier parte del mundo, hay palabras que cargan con un significado tan profundo, que con sólo traducirlas o nombrarlas, sabemos lo que significa.
Nassim, sin duda, es un dramaturgo que ahora quiero profundamente. Su visita a México, sus palabras, esa perspectiva que tiene del teatro: aquella que va más allá de los efectos especiales a los que se nos ha acostumbrado, alejado de grandes arreglos que nos den la foto perfecta, o la música de moda que nos haga sentir que estamos consumiendo algo MUY COOL. No. Nassim toma el riesgo de las palabras y coloca una a una en su debido espacio, como esos tiempos en los que con mamá juntábamos nuestras fotos y las ordenábamos en un álbum, añadiendo pequeños recados que hicieran que no se escapara ni un detalle.
Hacer lo que Nassim hizo en 9 funciones es verdaderamente aplaudible. Mira que conseguir que 9 personas del medio artístico se subieran a un escenario, sin ensayos previos, sin trajes confeccionados ni maquillajes extravagantes, tan sólo para vivir la experiencia de saltar hacia el hoyo, que como Alicia en el país de las maravillas, quién sabe a dónde los iba a deparar.
Por fortuna, esta obra también te obliga a no spoilear a otros, ¡y es ahí donde ocurre la magia! NADIE podía tomar fotos durante la función (aunque no faltó el/la imprudente que lo hizo), no podías tampoco grabar; tan sólo eras tú, tus emociones y un escenario.
Gracias, Nassim por enseñarme bastante:
1.- Decir «te extraño» sin sentir cobardía.
2.- Aprender a mesurar la necesidad tonta de compartirlo todo en redes sociales.
3.- A vivir el aquí y ahora.
4.- Demostrarme que aún existen escritores que van más allá de los premios, de los halagos, y de esas cosas que hacen daño para la creación misma.
Y 5: Darme la mejor obra que he visto a mi reciente vida ahora en la Ciudad de México.